Luego de dos años de pausa por el contexto sanitario una nueva generación de jockeys en el país. En el día de hoy en el Hipódromo Nacional de Maroñas, se llevó a cabo las pruebas de selección necesarias para integrar la Escuela de Jockeys (EJyV).
Pesaje, revisión médica, prueba hípica, taller con el plantel docente y entrevistas personales para conocer las motivaciones, aspiraciones y el vínculo con el caballo, son las evaluaciones que deben pasar los jóvenes para formar parte de la Escuela.
La EJ comenzó a funcionar en 2014 y tiene su sede en el Hipódromo de Las Piedras, aunque también hay clases que se imparten en el Hipódromo Nacional de Maroñas. El curso, de duración anual, está dirigido a personas entre 15 y 22 años, y tiene una alta participación de jóvenes del interior del país. Para que la distancia no sea una limitante, en el Hipódromo de Las Piedras existe un internado en el que se ofrece alimentación y alojamiento sin costo para los futuros jockeys y vareadores.
Desde sus inicios, han pasado por la Escuela aproximadamente 90 alumnos.
La EJ apunta a una formación integral, a promover el empleo digno y desarrollo personal, y a la profesionalización de la actividad, de forma de que los egresados puedan insertarse en diversas actividades hípicas. El curso consta de materias como: Equitación, Equinotecnia, Ética y Reglamentos, Educación Física, Formación Ciudadana, además de un monitoreo permanente de parte de una Nutricionista.
Además, los alumnos cuentan con un tutor hípico que los acompaña durante todo el año y es quien les brinda indicaciones sobre qué hacer en cada vareo.
Todos los 6 de enero, en el Gran Premio José Pedro Ramírez, los egresados reciben sus diplomas y, a partir de entonces, están en condiciones para tramitar sus patentes e iniciar su vida como profesionales hípicos.